Gestión del tiempo – Cómo gestionar mejor tu tiempo y no dejar que te manipule

¿Siente la necesidad de ser más organizado y/o más productivo? ¿Pasa el día en un frenesí de actividad y luego se pregunta por qué no ha logrado mucho? Entonces estos consejos de gestión del tiempo son para ti, te ayudarán a aumentar tu productividad y a mantener la calma.

0) No se trata de la gestión del tiempo
¿Todavía no crees que se trate de la gestión del tiempo? Es decir, el concepto es bastante genial e interesante, pero tiene muchas trampas, ¿verdad? ¿Por qué ibas a utilizarlo? Bueno, vamos a examinarlas.

1) Se trata de establecer nuevos objetivos
Establecer objetivos para ser más productivo no es el problema. El problema es que mucha gente tiene «objetivos cotidianos» que son tan malditamente fáciles que los cumplen en un santiamén. Sin embargo, cuando piensan en su objetivo más difícil, lucharán durante días, semanas o incluso años. Establecer objetivos que son imposibles de alcanzar es una forma segura de aumentar su procrastinación.

2) Se trata de sentirse mejor, muy rápido
Las personas más productivas tienen un enfoque diferente de la gestión del tiempo: saben lo que quieren y lo enfocan de forma diferente. En lugar de establecer objetivos fáciles de alcanzar, establecen objetivos difíciles, pero alcanzables. No esperan alcanzarlos, sino que esperan dar un paseo en las primeras 23 manzanas, y luego se pondrán duros.

Dan pequeños pasos cada día y obtienen resultados en poco tiempo. Y tú puedes hacer lo mismo.

Tienes que saber cuáles son tus objetivos antes de empezar a gestionar el tiempo, pero una vez que sepas cuáles son tus objetivos, tienes que empezar a mirar tu gestión del tiempo. Tienes que empezar por hacer los objetivos fáciles, pero difíciles. Son los objetivos difíciles que son fáciles de alcanzar, pero difíciles de mantener en el camino. Es más fácil mantenerse en el camino, pero más difícil alcanzar la meta, cuando tu mentalidad es diferente. Haz que los objetivos difíciles e inalcanzables sean los fáciles y que los objetivos fáciles sean los difíciles.

De esta manera, te propones alcanzar lo imposible y eso te motivará a hacer que todo lo demás que te propongas también lo sea.

Es increíble lo rápido que podemos ponernos en modo acción con una gran idea en la cabeza, pero si no nos hemos tomado el tiempo de sentarnos y averiguar cuáles son nuestros objetivos y cuándo los vamos a alcanzar realmente, entonces la idea no tiene ningún poder.

Así que saca papel y bolígrafo para anotar tus objetivos ahora. A continuación, siéntate y averigua qué es lo que necesitas para alcanzarlos. De este modo, tendrás el poder de hacer que un objetivo se convierta en realidad y podrás ser constante.

Y cuando hagas el plan para tus objetivos, asegúrate de seguirlo hasta alcanzarlo. Así serás mucho más constante.